El pretor Quintus interroga a Nicodemo sobre el hacedor de milagros. Jesús accede a reunirse con Nicodemo por la noche, a petición de María. Mateo intenta relacionar los milagros que ha presenciado con la realidad y visita a su madre con la esperanza de encontrar respuestas. Jesús explica a Nicodemo el Reino de Dios y se describe a sí mismo como el Hijo del Hombre, usando la ilustración de Moisés y la serpiente de bronce. Habla del amor de Dios por el mundo y su misión de salvar a la humanidad del pecado. Jesús invita a Nicodemo a unirse a él, y el rabino le declara Hijo de Dios. Por la mañana, Jesús y sus discípulos pasan por el puesto de Mateo y Jesús le invita a unirse a él, y aceptará sin pensarlo.