La trufa negra es un codiciado fruto de la tierra y todo un referente para la alta cocina. Su recolección y comercialización, regulada hace poco tiempo es una singularidad. La temporada se extiende entre noviembre y febrero. Tradicionalmente el mercado de la trufa se celebraba los viernes por la noche, sin que nadie se percate de esa actividad. El penetrante olor de la trufa en las proximidades del Portal de Sant Mateu delataba la presencia de transacciones. La trufa fue conocida en Morella allá por 1950, cuando unos extraños personajes viajaban a la comarca para buscar “algo que tenía un fuerte olor”. La trufa se consumía en el antiguo Egipto y era un manjar para griegos y romanos, prohibida en la Edad Media, y resucitada en el renacimiento de la cocina francesa.