El jamón está considerado como uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea. Aunque muchas veces se haya dicho lo contrario, el jamón serrano tiene un bajo aporte calórico, no tiene un alto contenido en grasas, el 65% del jamón está formado por agua. El jamón serrano es rico en minerales (hierro y zinc), fósforo, potasio, sodio, calcio, proteínas y en vitaminas. Posee grasas insaturadas, de las cuales se puede subrayar al ácido oleico, por lo tanto tiene propiedades semejantes a las del aceite de oliva, elemento esencial en la dieta mediterránea.Según estudios contrastados científicamente, los productos del cerdo ibérico de bellota, gracias a la composición de ácidos grasos monoinsaturados y otros compuestos que aporta la raza y el sistema de cría y engorde, no sólo no aumentan el colesterol sino que disminuyen la tasa de colesterol perjudicial para el organismo.