Marta quiere ver el amanecer desde las Médulas y lleva a Touri a dormir en una de las cuevas. A Touri le parece una idea espantosa y discuten. Marta, enfadada, dice que debería haber hecho el Camino con su chico, no con él. A la mañana siguiente Marta se despierta al lado de Javier Veiga. Juntos aprenden a batear oro en el río Sil y siguen andando hasta Ponferrada, donde visitan La fábrica de la luz. Después, se acercan a Cabañas Raras para descubrir un Belén mecanizado enorme y allí les hablan del Palacio de Canedo, un hotel de 5 estrellas. Deciden ir y rodeada de tanto lujo, Marta se pone cariñosa con Javi, pero este prefiere pasar la noche con el peregrino pesado. Al día siguiente, conocen a Rixo, un artista de la madera que les explica cómo modelar, y a Jato, un hospitalero histórico del Camino que cura con las manos. Nada más llegar a Galicia, descubren un laberinto muy particular en el que Marta se cae. Al volver en sí, vuelve a estar en la cueva y Touri sigue estando a su lado