La cámara de Repor se pasea esta semana por una calle con más de 1.000 años de historia, una calle pequeña, escondida en la Barcelona antigua, una calle que no viene destacada en las guías pero que al mismo tiempo ha visto transitar por ella a muchas culturas a lo largo de la historia. Se trata de la calle Carders, Corders, Boria o Plaça la Llana, porque la particularidad de esta calle es que tiene todos estos nombres en su trazado.