Emilio piensa que si pisa la tapa de una alcantarilla su madre morirá o que si no bebe siete tragos seguidos de agua una desgracia ocurrirá en su vida. Emilio tiene una obsesión, pensamientos absurdos e ilógicos. A Juan Carlos su obsesión por la comida le hacía engullir todo lo que encontraba a su paso y a Marta su manía por adelgazar la llevaba a recorrer diariamente kilómetros y kilómetros. Emilio, Juan Carlos y Marta padecen un trastorno obsesivo compulsivo, una enfermedad que afecta en España a una media del 3% de la población.