"El camino corre el riesgo de convertirse en una ruta senderista más". Así de contundente se muestra Ricardo Polín de la asociación Amigos del Patrimonio de Castroverde, en Lugo, quien denuncia que el trazado original está siendo modificado continuamente para favorecer intereses turísticos, sin importar la esencia y espiritualidad de una ruta centenaria de aquellos que caminan hacia el fin del mundo. En otros casos, cuando se intenta modificar el trazado para que no pase por los pueblos, son éstos los que se rebelan. En Viloria de Rioja, Burgos, la construcción de la autovía Logroño-Burgos, plantea que el Camino deje de pasar por el pueblo y transcurra en paralelo a la carretera: "Algo que no vamos a consentir porque el pueblo se nos muere", afirma Ignacio San Román, el alcalde, quien defiende que el Camino ha pasado "toda la vida" por su pueblo, lugar de nacimiento de Santo Domingo de la Calzada. "Las administraciones son las responsables en el 90% de los casos de las intervenciones