Pueblos semivacíos y paisajes con encanto es lo que ofrece la Nacional VI, el antiguo camino entre Madrid y Galicia; un paraíso del “turismo slow” con mucho que ofrecer. Dos emprendedores impulsan la “Ruta de la N-VI”, una ruta 66 a la española para descubrir todos los encantos de este itinerario.
Empezamos la Ruta en Becerreá, un pueblo de Lugo donde solo resisten 40 bares, la mitad de los que había hace dos décadas. Pedrafita do Cebreiro es otro de los municipios colindantes a las carreteras radiales que nacieron y vivieron durante años al albur del tráfico que circulaba por ellas.
Para revertir la situación que viven estos municipios y reactivar turísticamente la Nacional VI, los emprendedores Xosé Ramón Novoa y Silvia Vázquez proponen reconvertir esta carretera que serpentea la meseta entre Madrid y Galicia en una posible Ruta 66 a la española con La “Ruta de la N-VI".