¿Y ahora qué hago?, Esta es la frase más repetida entre gran parte de los que llegan a la jubilación sin una afición para llenar su tiempo libre. Muchos jubilados dedican su nueva etapa al voluntariado. Hemos conocido experiencias en Cruz roja, o las ONGS Refugees Welcome y Desarrollo y Asistencia donde nuestros protagonistas colaboran y ocupan parte de su tiempo libre. El ingrediente básico para iniciarse son las ganas de ayudar y, poco a poco, esta actividad se convierte en algo que aporta alegría y experiencias a sus vidas. Unos se sienten útiles y activos, otros creen que hay que devolver a la sociedad lo que ésta les ha dado y, sin duda, algo común a todos es el deseo de poner un granito de arena para hacer un mundo mejor.