Primero fueron los restaurantes, luego se convirtieron en los herederos del ¿todo a cien¿ y así discretamente la comunidad china que habita en nuestro país ha ido pisándole el terreno al comercio tradicional.¿Repor¿ ha sido testigo de la odisea que supone para un equipo de baloncesto sobreruedas el viaje hasta la ciudad donde juegan un campeonato: el arco de seguridad se vuelve loco entre sillas de ruedas y prótesis, embarcar y desembarcar de un avión es un martirio hasta el punto que hay compañías áreas que se niegan a venderles billetes