El servicio de ayuda a domicilio, el SAD, nace con la ley de dependencia de 2006 y sirve para atender a los más vulnerables en sus casas. Emplea a más de 130 mil personas, en su inmensa mayoría mujeres, y ayudan a levantarse, al aseo personal, y al acompañamiento. Estas técnicas de atención sociosanitaria reclaman mejores condiciones laborales y económicas para dignificar el sector.