El dolor crónico afecta a una de cada seis personas en España. Es un 17% de la población que tiene dolor neuropático, artrósico o musculoesquelético relacionado con enfermedades como son migrañas o lumbalgias. Estas dolencias tienen un gran impacto económico en bajas anuales, son 16 millones de euros al año 2,5% del PIB. Pese a estas cifras el dolor crónico sigue estando infratratado. El dolor crónico ha disparado el consumo de analgésicos opiáceos que antes se prescribían para enfermos oncológicos y paliativos. La prescripción de este analgésico que ha aumentado en España un 30% en los últimos 5 años está sacando a la luz sus efectos secundarios: la adicción a los opioides con receta.