Muchas casas de las Islas Canarias tienen los días contados a causa de la ley de Costas. Desde hace años, muchos canarios han construido sus casitas pegaditas al mar, la mayoría de ellas no tienen permisos ni escrituras pero otras tienen todos sus papeles en regla e hipotecas al corriente de pago. Ahora la dirección general de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha decidido demoler estas casas porque son ilegales. La polémica se ha desatado en todo el archipiélago, los afectados no entienden porque a ellos les amenaza la piqueta y en cambio parece que se perdonan las irregularidades de muchos hoteles que han crecido durante los últimos veinte años con la ley de Costas ya en vigor.