Oro, uranio, estaño, zinc... El alto precio de los metales en las bolsas internacionales ha disparado el interés de muchas empresas mineras de todo el mundo por lo que se esconde debajo de las piedras. Minas que cerraron hace dos décadas por su baja rentabilidad quieren volver a abrir. Sólo en Extremadura se han concedido cerca de 100 permisos para buscar oro y uranio, entre otros metales.