En los barrios de la periferia de Badajoz, los vecinos están que trinan y denuncian que se están convirtiendo en guetos de delincuencia y marginalidad. El barrio de los Colorines es sin duda el que se lleva la palma de la degradación. En Los Colorines no hay ningún tipo de servicio, las tuberías de aguas fecales están rotas y por las aceras se esparce su contenido. Nadie quiere vivir en Los Colorines porque tradicionalmente siempre ha sido el mercado de la droga de Badajoz pero los que viven ahí también quieren marcharse ante el estado de dejadez de sus casas.