Con los datos macroeconómicos sobre la mesa uno podría tener la sensación que la crisis que asoló el país hace 10 años queda lejos, pero si sobre la mesa están las cuentas de muchas familias españolas la conclusión es otra. Las cifras del paro se han reducido, pero la precariedad laboral afecta cada vez a más trabajadores. Contratos temporales, sueldos bajos y trabajos a tiempo parcial hacen que muchas familias tengan serias dificultades, no solo para llegar a fin de mes sino también para cubrir sus necesidades básicas. Lo dice el informe 2019 de la Fundación FOESA sobre la situación social en España: Hay 1.800.000 trabajadores en riesgo de exclusión social y advierten de que la cifra va en aumento.