El tráfico de drogas es el delito por el que más presos españoles cumplen condena en cárceles extranjeras. Francia, Alemania, Marruecos, Bélgica y Portugal son los destinos más habituales. Pero también otros más lejanos, como Brasil o Australia. Cada lugar cuenta con sus propias condiciones de vida en las prisiones, a veces muy estrictas, otras muy violentas, pero también, en ocasiones, gratificantes. Allí deben pasar la parte de la condena exigida antes de considerar su retorno. En ese camino las oficinas consulares y las embajadas acompañan a los ciudadanos españoles supervisando que se cumplan sus derechos humanos y sanitarios. Y varias fundaciones también siguen sus casos para que cuenten con apoyo jurídico, psicológico y apoyo moral durante su estancia en los distintos penales.Los tiempos suelen alargarse, y no es fácil gestionar el retorno. Depende de la legislación de cada país. Por eso, muchas veces, a su regreso requieren apoyo. Al volver, su primer destino es Soto del Real, e