La discusión sobre si hay que regular la prostitución o abolirla está más vivo que nunca. Los abolicionistas consideran que la prostitución es un acto de violencia machista contra las mujeres y un atentado a los derechos humanos. Los regulacionistas opinan que las mujeres que ejercen la prostitución son trabajadoras sexuales y que, precisamente como trabajadoras, tienen derecho a exigir mejoras en sus condiciones de trabajo.
Sin embargo, no todas las mujeres que se prostituyen lo hacen por voluntad propia. La mayoría lo hacen forzadas por tratantes y proxenetas que las explotan. Son víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual y de violaciones, delitos tipificados y judicialmente castigados.
El reportaje descubre que, en muchos casos, las mujeres que afirman prostituirse porque quieren, porque así ganan dinero, han sido víctimas de malos tratos por parte de clientes y proxenetas. Y que, en cualquier caso, viven estigmatizadas y con miedo. Como dice una chica que da