En Valencia a las pequeñas explotaciones agrícolas les resulta cada vez más difícil competir con los precios que ofrecen las grandes industrias del sector y muchos agricultores se ven obligados a dejar sus cultivos.
La demanda de alimentos crece cada vez más y los fondos de inversión ven en la agricultura un valor seguro y rentable en el que invertir, comprando empresas, tierras, o los insumos que se necesitan para cultivar.
Los nuevos sistemas de plantación y recolección de aceitunas, más productivos y rentables se están imponiendo cada vez más y los agricultores del olivar tradicional lo ven como una amenaza para su subsistencia.