Hace tiempo que en la Ría de Ferrol las aguas bajan revueltas: no han terminado todavía de instalar los colectores necesarios para eliminar aguas fecales y además, no hay trabajo en los astilleros. Cada día en la puerta de Navantia hay movilizaciones de trabajadores. Como no hay encargos de construcción de buques muchas empresas han tenido que cerrar. La tasa de paro alcanza el 31%, la más alta de Galicia. Actualmente las esperanzan están puestas en la construcción de un barco hotel y en preparar diversas embarcaciones. El otro pilar de la economía de la zona es el marisqueo. Pero tampoco ayuda la contaminación de la ría: como las aguas no se depuran adecuadamente, no se captura todo lo necesario.En el mosaico de la ría no faltan quienes creen que el problema de la contaminación pasa porque las industrias consideradas peligrosas y contaminantes se trasladen al puerto exterior.Contaminación y paro son dos de los frentes de Ferrol. Otro más es la degradación del barrio de Ferrol Vello. A