Ocho meses después de la explosión del volcán de Cumbre Vieja todavía hay afectados sin alojamiento provisional.
Los barrios de Puerto Naos y la Bombilla siguen desiertos porque los gases que emite el volcán son letales.
Los palmeros rehabilitan las casas que quedaron al sur de la colada, pero, hasta que no se abran nuevas carreteras, tardaran en ocuparlas