, algunos recorren hasta 300 kilómetros para ir a por setas. Hasta ahora en Cataluña lo de ir a por setas siempre ha sido gratis, pero visto el grado de sobrexplotación de algunas comarcas seteras, la Generalitat ha empezado a poner coto a la seta. En los bosques que rodean al monasterio de Poblet, en Tarragona, se lleva a cabo la primera medida de regulación pública. A cambio de 10 euros se entrega un carnet que permite recoger setas durante toda la temporada. El canon pretende ser disuasorio, como medida de protección al medio ambiente, pero la medida no está exenta de polémica. Existen varios cotos de setas repartidos por España, pero tal vez sea el del valle navarro de Ultzama, el que sirva de ejemplo como modelo de gestión forestal que genera beneficios económicos a toda la zona. En el parque micológico, los guardas forestales hacen algo más que cobrar un canon a los b"/>