La arquitectura defensiva como castillos, fortificaciones, torreones constituye una parte importante del patrimonio cultural español. Diseminados por todo el territorio hay centenares de vestigios de unas construcciones que fueron decisivas en las batallas que durante siglos se libraron en la península.
El Castillo de Loarre, en Huesca, es el castillo románico mejor conservado de Europa, para algunos también es el más bonito de España. Sus paredes son testigos de la historia y cada día decenas de personas recorren sus pasillos admirando su arquitectura. Es uno de los atractivos turísticos de la zona.
Pero no todas estas edificaciones han corrido la misma suerte. Muchos se abandonaron y el paso del tiempo ha acabado convirtiéndolos en ruinas.
Desde la Asociación Española Amigos de los Castillos, Pablo Schnell se lamenta de la poca atención que la arquitectura defensiva ha tenido hasta ahora en España, pero reconoce que en los últimos años la situación ha cambiado para mejor. Schenell as