Diez años hace ya desde que las pesetas nos abandonaron para dejar paso al Euro, la moneda única europea. Gusten más o gusten menos, para la gran mayoría de los españoles, las pesetas sólo son un vestigio del pasado. Pero aún quedan muchos nostáligcos de las llamadas "rubias" y las guardan como oro en paño bien por afán de de colección o bien porque temen que la incertidumbre económica nos acabe expulsando del euro y tengamos que volver a contar en duros y en pesetas.