Adela comienza un viaje por la Albufera de Valencia y no podía empezar de otra manera que no fuera visitando un cultivo de arroz, un producto históricamente ligado a esta tierra. Vicent, un agricultor cuya tradición viene de hace muchas generaciones, y Boro, uno de los últimos calafates, conocerán las tradiciones y el pasado de la Albufera. Para proteger el futuro, sus habitantes están desarrollando nuevos métodos de prevención de control de plagas, como el uso de las feromonas, y después de dar un paseo en barca por la Albufera visitará el centro de recuperación de especies dulceacuícolas de la Comunitat Valenciana, donde conocerá el estado de la flora y fauna de los humedales valencianos, y a algunos de sus habitantes más amenazados, como el samaruc, el gallipato y el nenúfar blanco. Finalmente, y para compensar su huella acabará replantando lirio amarillo, uno alternativa sostenible al hormigón.