En ocasiones, la cadena alimenticia que señala las relaciones entre productores y consumidores no se cumple, esto es: el que come y el que va a ser comido se hacen amigos. Pues esto es lo que les ha pasado recientemente a un cachorro de leopardo de Amur y a un conejo del centro de recuperación de animales del zoológico Serengeti-Park, en la ciudad alemana de Hodenhagen.