El 17 de octubre de 1986, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, pronunció en Lausanne unas palabras que desataron la locura en toda España: "A la ville de Barcelona".
Barcelona acababa de ser nominada para organizar los JJOO del año 1992. La euforia y la alegría sacó a muchos españoles a la calle y en Barcelona se desató una locura que no finalizó hasta bien entrada la madrugada. El atleta Fermín Cacho lo recuerda así: al salir de clase, en mi colegio de Soria, me dieron la noticia y me dije: yo quiero estar allí.