La Bienal de Venecia, en su 45 edición, cerró sus puertas tras erigirse, durante cuatro meses, el mayor y más importante escaparate de arte a nivel internacional. Metrópolis hace un recorrido selectivo por esta macro-exposición no exenta de polémica y debate.Con el lema “Los cuatro puntos cardinales del arte”, esta edición ha pretendido apostar por la “multiculturalidad”, en palabras de su comisario Achille Bonito Oliva.Así, esta muestra, dividida en distintas secciones, acogió en los Giardini de Castello, treinta pabellones internacionales. La francesa establecida en Norteamérica, Louise de Bourgeois, exponía en el Pabellón de Estados Unidos. Bourgeois, también presente en la última edición de la Documenta de Kassel, mostró esculturas realizadas en distintos materiales, así como instalaciones intimistas e impregnadas de un cierto halo mágico y soñador.El videoartista Nam June Paik, ocupó diversas salas del Pabellón de Alemania. Paik, una de las propuestas más atractivas de los Giardin