Los pueblos primitivos que encontraron su principal fuente de alimentación en las riberas del mar, se asentaron en las proximidades de la costa, sobre acantilados y promontorios. Muchos acantilados peninsulares están hoy colonizados por urbanizaciones que, ladera arriba, se desarrollan una y otra vez compitiendo con la gravedad y la lógica. En otros se construye en su borde y se altera la dependencia entre las tierras altas y las rasas marinas.