Paralelamente al intento de Julita de abortar, la acción retrocede al invierno de 1945: Dorita, la amante de Rafael, le anuncia que está embarazada. El aborto de Dorita acaba en una carnicería. Rafael le pide ayuda a Antonio, y éste acepta cargar con las culpas de un delito que no ha cometido. De vuelta al presente, Rafael y Antonio evitan que Elena caiga en las redes del Káiser; el detective Pepe Mateos informará de estos hechos a Mauricio. La policía se presenta en casa de Rafael a detener a Basilio y este acepta colaborar para tenderle una trampa al Káiser.