El capítulo 4 de La sonata del silencio acababa con dos momentos de una terrible dureza. Antonio daba una paliza a Marta y Fermina aparecía ahorcada en el salón de su casa. En el capítulo 5, "Fermina", la estupefacción de los vecinos ante la muerte de la estraperlista es general. A los vecinos les extraña tanto el suicidio que piensan que se trata de un asesinato. Mauricio, en su doble condición de jefe de casa y juez, toma el mando para averiguar qué ha sucedido antes de avisar a la policía. Todos son sospechosos, y en especial Marta, la más beneficiada ya que un testamento manuscrito le deja beneficios. Además, todos los productos de estraperlo que había en el doble fondo de un armario han desaparecido.