La ruta de la serie penetra en territorio sudafricano después de mostrarnos brevemente el desierto del Namib, que se extiende a lo largo de 250.000 kilómetros cuadrados desde el sur de Angola hasta el norte del país más meridional del continente. El equipo contacta allí con los pingüinos del cabo, hoy protegidos y ya a salvo de la extinción, y se adentra en el parque nacional del cabo de Buena Esperanza, verdadero paraíso vegetal de la tierra. A partir de este punto la ruta pone por primera vez rumbo al norte visitando las famosas y prosperas granjas de avestruces de Sudáfrica, hacia el noreste encontrando el bello territorio de las Drakensberg y finalmente la región de Zululandia donde el equipo convive por unos días con el pueblo zulú y visita sus casas, hechiceros, danzas y ceremonias.