El extenso terreno que ocupa la Hacienda Nadales estuvo, desde mediados del siglo XVIII, destinado en gran parte al cultivo del limón, la vid y otros frutales. Cuando en 1864 el industrial malagueño Tomás Heredia Livermore compró la finca, creó en ella el espléndido vergel que contemplamos hoy: un jardín de estilo paisajista y apariencia selvática que alberga, en sus terrazas escalonadas, una extraordinaria variedad de ejemplares botánicos singulares de especies mediterráneas, tropicales y subtropicales. Los caminos sinuosos que discurren entre islas de vegetación, dirigen al visitante a diferentes escenas del jardín como el estanque, la gruta, la plaza de la pérgola o el imponente invernadero de hierro y cristal. El jardín de la Hacienda Nadales es el testimonio vivo de la época de mayor esplendor de Málaga y de la fascinación por lo exótico de quienes lo crear