Nino vuelve a casa, acompañado por la policía: ha declarado que fue él quien atropelló a una persona y se dio a la fuga. Pero el policía no le cree, piensa que encubre a Jacobo. Enrique ataca en todos los frentes y consigue que el imperio de los Orozco empiece a desmoronarse. Carmen necesita encontrar el modo de salvar lo que queda de la fortuna familiar. Pero hasta los más leales quieren aprovecharse de su debilidad.