1976, es la fecha que obsesiona a Miguel: el año en que su madre enfermó y murió, en el que según su recuerdo murió Irene Salcedo... y el mismo año en que don Vicente cedió un terreno a la familia Reverte, que lo ha mantenido intacto durante más de tres décadas. Miguel está seguro de que bajo esas tierras hay algo oculto, un gran secreto y está dispuesto a todo para descubrirlo.