La muerte de Luis en las viñas ha destapado los planes de los Reverte: vendimiar en secreto y quedarse con parte de la uva vendida a las Bodegas Cortázar. Cuando Don Vicente se entera de lo sucedido no duda en poner una denuncia e incautar la uva robada. De nada sirven los intentos de Miguel por solucionarlo de manera pacífica. La decisión de denunciar debe ser tomada por el director de la bodega y ese ya no es él. Pero pronto Miguel descubrirá algo que dará un giro inesperado a los acontecimientos; puede que su poder en las bodegas sea más del que él mismo creía. Más peligroso es el juego de Gustavo. Aterrorizado de que los Cortázar se enteren de su infidelidad a Emma, pide a Paloma que aborte.