Hay una crisis migratoria silenciosa, de la que casi nadie habla. Y está ocurriendo desde hace unos años en la frontera entre Colombia y Panamá. Miles de migrantes cruzan cada año esa frontera en su camino hacia Estados Unidos. Muy pocos de los que llegan allí saben lo que les espera. Para llegar hasta Panamá, los migrantes deben internarse en el Darién, y caminar más de una semana por esa selva húmeda tropical.