El chef Chema de Isidro muestra cómo jóvenes en riesgo de exclusión social reconstruyen su vida gracias al curso de cocina que imparte en la escuela de la ONG Gastronomía Solidaria. Por su escuela ya han pasado 4.000 alumnos. En la cárcel o en una banda, traficantes o ladrones, “ninis” o sicarios… Muchos de los 4.000 chicos y chicas que han pasado por la escuela del chef Chema de Isidro se movían en el delito. Estaban en el límite, cansados y sin esperanza y nadie apostaba por ellos. El cocinero De Isidro cerró su restaurante y decidió abrir una escuela de cocina hasta que puso en marcha su propia ONG, ‘Gastronomía Solidaria’, cuyo logotipo es una raspa de pescado, “lo que nadie quiere”, explica. Y se convirtió en maestro, amigo, padre, jefe y colega de todos ellos. Entre cazuelas y alimentos, los escucha y empatiza con ellos. No les juzga, no le importa su pasado,