En Portada entra en la cárcel de Jweidah en la capital jordana, el único lugar donde pueden refugiarse las víctimas de los "crímenes de honor". Estos asesinatos se cometen por un miembro varón de la familia con la excusa de que les ha deshonrado y que solo su sangre puede devolver el honor. El reportaje está centrado en Jordania porque allí se ha iniciado un movimiento ciudadano que intenta acabar con estos crímenes.