En los últimos diez años en el Delta del Ebro, el mar ha invadido más de un kilómetro tierra adentro y se están salinizando más de 20 kilómetros río arriba. Son efectos del cambio climático que los habitantes del Delta del Ebro notan en sus vidas.En la Bahía del Fangar, mejilloneros como Xavier Cabrera denuncian que las altas temperaturas y la falta de oxígeno, han provocado en menos de una década un descenso de 10 millones a 3 millones de toneladas de producción de mejillones.Mientras el turismo ornitológico va en auge, y cientos de miles de aves no quieren vivir, anidar y criar en otro lugar que no sea éste, la patrona de yate Eli Casanova recuerda resignada, como en quince años ha visto, con sus propios ojos, desaparecer bajo el agua hasta un kilómetro y medio de costa.Los arrozales sufren por el peso del agua salada que se filtra milímetro a milímetro río arriba. Los agricultores se ven obligados a nivelar la tierra y así ahorrar agua dulce para la próxima cosecha. ¿La frase más es