En el norte del mar Báltico, entre Finlandia y Suecia, se sitúa un laberinto de islas bañadas por aguas tan bajas en sal que hasta los lucios viven allí. Es el golfo de Botnia, al sur de Laponia, que en invierno se cubre de un manto de hielo en el que las focas oceladas abren respiraderos, rodeado de bosques de coníferas en los que pastan renos semisalvajes, no es raro ver alces y las ardillas voladoras se dejan ver. Al sur del golfo se encuentra el archipiélago de Kvarken, abundante en peces de agua dulce que durante su migración sirven de alimento a las aves marinas, y territorio de cría ideal para cisnes, somormujos, gaviotas, pigargos, grullas...
En islas cercanas a Suecia viven osos pardos y el colimbo chico, y en el parque nacional de Skuleskogen, en las costas altas, el eider común, con su acusado dimorfismo.
Contenido disponible hasta el 21 de mayo de 2021.