El Báltico, joven mar interior que evolucionó tras la última glaciación, cobija bajo sus aguas y en las costas que baña una gran diversidad de fauna. El litoral que se extiende por las regiones del oeste y del sur, desde el extremo norte de Dinamarca hasta Letonia, tiene largas playas arenosas sometidas a cambios constantes, donde el viento y las olas modelan sus orillas y forman grandes dunas, estrechas franjas de arena, istmos y lagunas, donde abundan colonias de focas y de aves como los aviones zapadores, charranes, halcones peregrinos y tadornas. En otoño, en el parque nacional de la Laguna de Pomerania Occidental, miles de grullas procedentes de Escandinavia buscan descanso en su viaje a España. Los bosques de hayas del parque nacional de Jasmund, en la isla de Rügen y los recién introducidos bisontes en el parque nacional de Wolin, son señas de identidad de estas regiones del Báltico.