La relación entre las plantas y los seres humanos es extraordinaria. Hemos ido adaptándonos mutuamente durante todo el tiempo que llevamos juntos en el planeta. Dependemos de las plantas para todo: el aire que respiramos... los alimentos que comemos... incluso el agua que bebemos. Pero esa relación ha empezado a cambiar. Y de cómo siga cambiando va a depender el futuro de nuestro planeta verde.