En España quedan cada vez menos pastores, y los jóvenes que quieren dedicarse a ello lo tienen complicado. Cuidar un rebaño en condiciones entraña tener terreno suficiente donde los animales puedan pastar libremente. Pero la dificultad de comprar o de alquilar tierras es precisamente el principal obstáculo con el que se encuentran quienes quieren dedicarse a este oficio ancestral.