Hace veintidós años que la Unesco reconoció a Menorca como Reserva de la Biosfera. Lo que en la isla empezó como un proyecto de amplio consenso, ha entrado en el disenso a causa de algunas obras públicas: un nuevo puerto, el aeropuerto y ahora ampliación de la carretera general que parte de la población consideran desmesuradas.Menorca consiguió este título en 1993 con un consenso social que ha permitido preservarla durante años. La isla tiene un paisaje irrepetible, tanto en la costa como en el interior: es conocida por sus calas vírgenes, pero destaca también por la conservación de las fincas agrícolas. Gracias a ser Reserva de la Biosfera, Menorca ha evitado la construcción de grandes hoteles y edificios a pie de playa y los pocos que hay son anteriores al reconocimiento de la Unesco.La construcción de grandes infraestructuras públicas ha levantado controversia en la isla, últimamente a causa de las obras de ampliación de la carretera general que cruza Menorca de punta a punta. El Co