Este verano, la imagen de la "Barcelona, ciudad diseño" que todos quieren visitar se ha visto agitada por un agrio debate que está poniendo en entredicho el modelo de crecimiento turístico que rige en este icono del mediterráneo. No es lo mismo que un turista pasee semidesnudo por la Rambla que pillar a uno de ellos yendo de putas en el "Mercat de la Boqueria"; como tampoco lo es el aumento de basuras o de meados en la vía pública que experimenta la ciudad cada verano con las fiestas de extranjeros en pisos alquilados y hasta altas horas de la madrugada. No son comparables, pero algunos quieren ver en este mejunje el caldo de cultivo perverso que hace que el "made in Barcelona" cada vez tenga menos glamour.En los últimos 15-20 años, el turismo se ha convertido en todo un fenómeno global. No sólo en su aspecto económico, sino también como impacto a tener en cuenta en aquelloUn documental de Ana Solana y Eduardo Laplaza , Imagen: Nicolás Sánchez, Sonido: Juan Baño, Montaje: Ramón Rull