No muchas grandes ciudades tienen en su perímetro extensiones de tierra ordenadamente cultivadas. Así es Valencia a pesar del maltrato a la que se la ha sometido desde hace cincuenta años. Queda ya poca huerta y la que ha resistido lucha hoy por encontrar una definición que la proteja: ¿es un parque natural, un polígono, un solar, un jardín?. Hoy por hoy, es sólo un plan: el plan de protección de la huerta.