La mitad del plástico que se produce en España se destina a la industria del envase y el embalaje. Los envases, dado el estilo de vida actual, permiten comprar tiempo y comodidad. Pero como resultado dejan una estela de residuos difíciles de gestionar. Algunos plásticos, además, tardan siglos en biodegradarse, sin olvidar que la mayoría de ellos se elabora a partir del petróleo, un recurso no renovable con un enorme impacto ambiental.El 85 por ciento de los productos envasados que hay en el mercado corresponden a los sectores de la alimentación y la droguería. Desde la industria del packaging, que engloba tanto a fabricantes de materias primas, como a productores de envases y embalajes, se incide en la función esencial del envasado para evitar el despilfarro alimentario. Sin embargo, cada vez más voces claman por la necesidad de poner freno al derroche de materiales, de energía y de recursos que ello comporta.Los sectores críticos con el uso indiscriminado del plástico, especialmente e