Ricardo continúa en su enfrentamiento con su tío, Juan Baena que quiere hacerse con El Continental y el nuevo negocio de tráfico de morfina; Baena, además está detrás de la muerte de Andrés y del padre de Andrea. Alfonso ha conseguido introducir una espía en el club, Rosa, que le mantiene informado de todo lo que ocurre dentro. Andrea quiere que Baena pague sus culpas, pero Lope, uno de los hombres de Baena, va a disparar contra ella. Ricardo se da cuenta y no se lo piensa dos veces: se interpone en el camino de la bala. Ante la mirada aterrada de Andrea, cae al suelo ensangrentado con una herida muy grave.