Los seres pelágicos viven en la llamada columna de agua del arrecife, la zona existente entre el lecho marino y la superficie. Son especies que recorren el mar plácidamente, alimentándose cuando tienen hambre y nadando sin prisa a lo largo de su existencia. Parecen los seres más aprovechados del ecosistema, pero forman parte esencial del círculo mágico de este triángulo geográfico que tanta información proporciona para la lucha contra el cambio climático.